20 noviembre, 2017|APARATO CIRCULATORIO|

Durante la década de los 70 los científicos alertaban sobre el peligro de las grasas, las hacían responsable del aumento de las enfermedades cardio-vasculares y en las décadas siguientes se popularizaron los productos «light» o bajos en grasas, lo que ha hecho aumentar no solo las enfermedades del corazón sino también la obesidad y la diabetes.

Le recomiendo repase otro articulo donde explico» la verdad sobre el colesterol»  como verá no es el colesterol el culpable del aumento de estas enfermedades, los alimentos privados de sus grasas naturales para hacerlos «light» pierden gran parte del sabor porque precisamente en la grasa donde se concentra el sabor y la textura, por lo que se le han de añadir otras sustancias químicas que disimulen esa perdida, generalmente azúcares,sal y saborizantes con lo que convierten a ese alimento en un potencial cóctel explosivo para la salud.  La gente empezó a sustituir alimentos naturales sanos con sus grasas: huevos, mantequilla, pescados grasos, carnes criadas con pasto, vísceras etc.  por alimentos desnaturalizados y cargados de sustancias menos saludables como las margarinas y multitud de productos «light» que provocaban que la mayoría no se sintieran saciadas lo que ha provocado la proliferación de productos energéticos en forma de barritas, golosinas, bebidas en todos los bares,gasolineras  y lugares de paso.

Pero todo esto no traído un descenso  en las enfermedades cardíacas, sino un aumento de las mismas y de otras como la diabetes y la obesidad, todos los estudios que se han publicado sobre el colesterol y las ventajas de los medicamentos para combatirlo son de antes del año 2000, desde entonces no ha habido ningún estudio riguroso que confirme sus ventajas,  si en cambio los ha habido de que pueden ser peligrosos si no complementamos la alimentación con coencima Q-10.

La humanidad lleva milenios alimentándose de grasas obtenidas por presión: de la aceituna, de la nuez, del coco, también de grasas provenientes de animales:  ballenas, pescado, tocino, mantequilla. La revolución del modernismo llegó en el siglo XX, primero se criminalízan esas grasas mientras que empiezan a obtenerse grasas de vegetales como el girasol, el maíz, la pepita de uva etc. etc. que visten de unas supuestas ventajas saludable obviando que para su producción se emplean métodos que de conocerse implicarían su exclusión del consumo humano, se ha llegado a decir que una margarina hecha con grasas vegetales hidrogenadas es saludable mientras que la mantequilla pura es una grasa saturada nociva, cuando es precisamente la primera la que contiene grasas no naturales que nuestro cuerpo no consigue metabolizar y por lo tanto es la que se va a acumular en nuestras arterias, son las grasas «trans», es decir la transformadas por el hombre con un fín económico puesto que son mucho más baratas de producir.

Conclusión: Olvídese y desconfíe de los productos «light» y consuma  los productos lo mas natural posible