16 noviembre, 2014|SALUD|

Del refranero popular : «Más vale prevenir que curar», esto las personas lo tenemos claro, en cambio en la medicina oficial este refrán no se aplica, los ingentes recursos están destinados a intentar curar, aquí es donde está el negocio.

Sería mucho más económico destinar más parte de estos recursos a la prevención de las enfermedades más comunes y las más letales: las circulatorias y el cáncer. Pero no, la prevención se fundamenta en escuetos panfletos publicitarios la mayoría de veces cuestionables : Vigile su colesterol, como si el colesterol fuera la causa principal de las enfermedades circulatorias, que no lo es, nada dicen de controlar la lipoproteína A o lahomocisteína o el tamaño de las moléculas de LHD (llamado injustamente «el malo») ni de lo que hay que hacer para no tener en sangre estas sustancias, esto si que reduciría sustancialmente las enfermedades circulatorias, pero la mayoría no saben nada de esto, porque nadie se lo informa.

 

En lo referente a la próstata sucede lo mismo pero ampliado, el protocolo urológico, que tantas veces se ha denunciado, somete a diagnósticos agresivos a muchas personas sin hacer ninguna prevención y sin buscar el orígen del problema ni tratarlo. Si al llegar a los 40-45 años, se previniera la aparición de problemas en la próstata, con los consejos que se adoptan (en el tratamiento naturista) cuando ya ha aparecido la enfermedad, seguramente muchísimos varones se ahorrarían pasar por las molestias que sufrirán a partir de los 50-55.

 

Si hablamos del cáncer, si todo el mundo fuera consciente de lo que prepara el terreno para padecerlo, seguramente se ahorrarían muchísimos casos que de hacer la prevención se evitarían, lo que resulta más curioso es que incluso en personas que ya lo padecen, ni siquiera se les informa que es lo que no deben comer, es más ni siquiera en los hospitales se sigue una dieta anti-cáncer con todas los estudios científicos que avalan la gran responsabilidad que tienen los alimentos en su desarrollo o detención.

 

Todo esto parece una situación irracional, si la prevención evitaría mucho gasto posterior en tratamientos ¿porque no se destinan más recursos en informar e instruir a los médicos para potenciarla al máximo?  y no hablemos del sufrimiento humano que se evitaría. Cada cual encontrará una respuesta a esta pregunta, la única que se me ocurre es:  porbeneficio económico para los «lobis» de diferentes industrias, a menor prevención más enfermedad y por lo tanto más gasto y a más gasto más beneficio para algunos, que a su vez «influyen» en los que gestionan este gasto. Efectos colaterales de la sociedad de consumo donde lo que prevalece es el dinero.

 

Este artículo solo pretende que quien lo lea tome consciencia de la situación y por lo tanto investigue por su cuenta o con ayuda, que puede hacer por  mismo y por los suyos, dejarse llevar por la corriente del «sistema» no es lo mejor, decir «todo el mundo lo hace» no es una justificación inteligente, prevenir es precisamente evitar en lo posible lo dañino ypotenciar los beneficioso.

 

Algunos me dicen que si lo que quiero es llegar a los 100 años cuando evito los licores o los fritos, yo les digo que el tiempo de vida no lo decide nadie o en todo caso Dios, pero vivirlos lo mejor posible ya desde hoy mismo si que está al alcance de todos.